martes, 29 de julio de 2014

Los hijos de la esclava

Todo el dolor, la sangre, la tristeza,
el juego de los niños en la muerte,
y la vida fugaz como un suspiro,
frágil como los huesos de los viejos.
Esa vida, esa muerte en los fusiles,
la lágrima y el grito en las gargantas.

Y nunca habrá perdón, no hay dios que pueda
aceptar el sacrificio de la carne
del hombre condenado por el hombre.
Jamás habrá perdón mientras exista
la religión de sangre, el terror ciego,
el odio criminal, el fuego abierto.

Y más allá de vosotros, en la playa
donde los niños caen como cometas,
allí donde la paz es sueño muerto,
vuela el azul silencio de los libros
en los que la palabra se deshace.

Para vosotros nunca la esperanza,
el perdón por la inocencia rota.
No habrá perdón. Vuestro dios mismo
oculta el rostro en la ropa ensangrentada
de los hijos de la esclava de Abraham.

domingo, 6 de julio de 2014

Noche triste



En noches como ésta, algunas noches,
te sientes triste. Son noches de cansancio.
Ha llovido y queda por la calle
un perfume de hierba y de tierra mojada, 
igual que si de pronto regresaras
a los días del pueblo. Escuchas lejos
algún trueno lejano. Desearías
volver hacia los días de los amores viejos.

Estás triste esta noche. En la nevera,
una botella de vodka. 
Es el momento
de servirte una copa 
muy fría. Y acercarte
despacio hasta el recuerdo de sus labios.
Ella nunca bebía este tipo de alcohol, 
mas adoraba el vino,
la seca sensación de que era el sol
lo que entraba besando su garganta.

Pero esta noche, tan lejos y tan fría,
deseas que te llegue hasta las venas
su voz cuando leía antiguos versos,
sus pasos por la casa, el dulce sobresalto
de sus manos tapándote los ojos.
Ahora bebe, saborea 
el helado escalofrío
del cristal empañado por el vodka,
la niebla de sus brazos, 
la soledad de esta casa que odiarías
si no fuera porque guarda - o eso piensas-
por suelos y paredes algo de ella.

Sin embargo, en cualquier caso, y aunque sepas
que nada del pasado se repite, que ella misma
puede ser la invención de la tristeza,
mira bien lo que haces. Hay momentos
en noches como ésta, que es mejor elegir,
sin dudas ni preguntas, un amor inventado
que esta realidad sin esperanza.